14 de abril de 2010

Cuidados en el pie diabetico


Según todas las guías que hemos consultado, tenemos una serie de cuidados que han de ser dados al paciente para intentar prevenir esta complicación. En primer lugar hay que dejar claro, que un correcto control de la diabetes es capaz por sí solo de prevenir, retrasar y disminuir la aparición de estos serios cuadros cuya existencia justifica todos los esfuerzos para la consecución de niveles de glucemia en sangre cercanos a la normalidad.

La prevención de la ulceración se basa sobre todo en la identificación de los pacientes con riesgo de ulceración y en la toma de las medidas oportunas.



Las recomendaciones básicas que desde enfermería se dan, tras consultar varias guías, y basándome también un poco en mi experiencia personal suelen ser:

Inspección diaria del pie para detectar lesiones ampollosas, hemorragias, maceraciones o escoriaciones interdigitales. Se utilizará un espejo para la inspección de la planta y talón.

Antes de proceder a calzar el zapato, inspeccionar con la mano su interior para detectar resaltes, costuras con rebordes o cuerpos extraños, que deberán ser eliminados,

El calzado idóneo es aquel que cumple cuatro principios básicos:

-Absorción de la carga mediante plantillas elásticas.

-Ampliación de la carga por distribución de la presión en mayor área.

-Modificación de zonas de apoyo conflictivas.

-Aportación de amplia superficie.

Por tanto, el tipo de calzado debe ser siempre extraprofundo y ancho; cuando no existe deformidad se asociará a plantillas blandas para distribuir la presión y, si existe deformidad, a órtesis rígidas para disminuir y distribuir las presiones anormales.

Las zapatillas de deporte que tengan estas características son las más adecuadas para los paseos.

Cambiar los calcetines y los zapatos dos veces al día.

No caminar nunca sin calzado. Utilizar zapatillas amplias en lugares como la playa o piscina.

No utilizar nunca bolsas de agua caliente o almohadillas eléctricas para calentarlos.

No utilizar nunca la resección de uñas encarnadas o callosidades. Acudir al podólogo,

No apurar el corte de las uñas, sino hacerlo de forma recta y limarlas suavemente.

Lavar los pies con agua y jabón durante cinco minutos. Proceder a un buen aclarado y un exhaustivo secado, sobre todo entre los dedos.

Antes de utilizar agua caliente en la higiene de los pies, medir la temperatura con el codo.

Aplicar crema hidratante después del baño, pero no en los espacios interdigitales por el riesgo de maceración

Procurar caminar a diario.

No fumar.

Notificar a su enfermera o médico de familia la aparición de hinchazón, enrojecimiento o aceración aunque sea indolora.


Pongamos atención ¿Son todas estas técnicas eficaces? a simple vista, son todas lógicas y tienen sentido pero....comprobémoslo en mi próxima entrada :D

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